Desplazarse por ese tipo de calles posibilitaba disfrutar el caminar, distraerse, apreciar y experimentar la ciudad; en otras palabras, salir a caminar. Revelar cómo influían las fachadas en la disposición para empatizar con las calles y cómo esto se relacionaba con el salir a caminar implicaba analizar las diversas percepciones e imaginarios urbanos que se construían alrededor de ellas. Revelar qué distinguía el salir a caminar del simplemente caminar implicaba identificar cuáles eran las cualidades que la posibilitaban. A pesar de que el estudio no consideró un enfoque de género -lo cual hubiese influenciado en los resultados- se consideró pertinente intentar seleccionar lo más equitativamente posible. De esa forma en Lince se seleccionaron seis jóvenes adultos, tres mujeres y tres hombres; en Jesús María cuatro jóvenes adultos, una mujer y tres hombres; y en Santa Beatriz seis jóvenes adultos, tres mujeres y tres hombres.
Al momento de hacerles las entrevistas, todas estas personas estaban caminando por las calles seleccionadas y vivían en diversas zonas de Lima (Tabla 3). No se propuso que la distinción sea por la temporalidad de las fachadas, pues aquello podría llevar a una malinterpretación al propiciar ideas erróneas sobre una secuencialidad estilística. Por el contrario, una distinción basada en propiedades formales reveló la existencia de cualidades que pueden aumentar o disminuir la disposición a empatizar sin importar el año de construcción de la fachada.
Bajo la curatoría de Gloria Cortés Aliaga, la muestra presenta una selección de más de 30 obras de la Colección MNBA realizadas principalmente entre los siglos XIX y principios del XX, correspondientes a diversos períodos y estilos. Considerando el precise contexto sanitario se organizarán diversas actividades con la curadora y expertos que permitirán ampliar las perspectivas relacionadas con la experiencia de la muerte, como la medicina o el mundo in style. Se realizará una transmisión en vivo vía Youtube, como parte del programa Desde el Museo, que desarrolla el área de Mediación y Educación del MNBA y que contará con la participación de invitados especiales. Esto se complementa con el audio sobre la pintura El Niño Enfermo de Pedro Lira, vía whatsapp que se enviará a quienes quieran inscribirse a la lista del proyecto Viajeras.
AMPLIA AREA VERDE “Será un regalo para los puentealtinos, ya que no se cobrará dinero para usar las instalaciones. Para entrar solo se pedirá que cada vecino asuma un compromiso social para respetar a los adultos mayores y al medio ambiente”, señala Codina. En cuanto al urbanismo nace el interés por el cuidado con el contexto en el que se emplazan las obras un contexto urbano que la recibe y la hace parte de un trazado mayor y parte del panorama de ciudad. La herramienta que logra esta inmediata percepción visible, es la perspectiva que está en las composiciones tanto de la arquitectura, pintura y escultura y ya en el s XVIII.
“Por ejemplo acá [calle con fachadas Tipo A] hay más movimiento porque muchas personas abren en sus primeros pisos una bodega o un menú, y así hay una dinámica económica. Las fachadas Tipo B eran percibidas como elementos que no se dejaban ver por los muros perimetrales que bloqueaban la visión. La imposibilidad de verlas propiciaba que las personas asociasen comportamientos específicos como los que Braulio (hombre, 24 años) explicaba, “Siento que solo debo seguir avanzando”. Si se piensa desde la perspectiva biológica, sería absurdo hablar de cosas con vida, no obstante, estaríamos omitiendo el rol very important que tienen las cosas en la cotidianidad -desde los teléfonos móviles hasta las viviendas-. Por ende, no es recomendable pensar en una definición que intente unificar ambas posturas, sino que sería mejor una que comprendiese la vida como una herramienta de los seres humanos para intentar vincularse con su entorno y así conocerlo. Identificar los niveles de vida de las cosas inertes ha expresado un reconocimiento de propiedades formales ya presentes en sistemas biológicos vivos, lo cual permite cierto management.
Fueron siete los temas que se abordaron en las entrevistas -sin un orden lineal- y que se organizaban de acuerdo a los intereses de los jóvenes entrevistados. Las percepciones e imaginarios urbanos que se construían alrededor de los dos tipos de fachadas seleccionadas revelaron diferencias que permitían a los jóvenes adultos entrevistados distinguir entre calles en donde simplemente se camina y calles en donde se puede salir a caminar. Los jóvenes entrevistados mostraban una mayor disposición para empatizar con las calles cuando podían historizar sus fachadas y hacer una reminiscencia del ambiente construido. Involucraba relacionarlas con costumbres y/o vivencias que marcaron la vida de los vecinos, constituyendo parte de su identidad como individuo, calle, barrio o ciudad. La presencia de un gran nivel de todas esas cualidades identificaba a la fachada como una que daba vida.
Además, se incluyen audios con voces de cantoras -correspondientes al Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional-, quienes expresan su pesar frente la muerte y la enfermedad, para encarnar en primera persona y desde el mundo vernáculo estas experiencias. Enfermedades mentales, los estados melancólicos y la histeria femenina, diversas epidemias y disaster sanitarias, la orfandad y la pobreza son parte de las temáticas que se pueden asociar a esta selección de obras, que permiten reflexionar de forma crítica en torno a la sociedad de masas, sus dinámicas políticas y económicas. A pesar de que todas las calles sean físicamente caminables, no todas permiten salir a caminar.
Figura 1 Reemplazo de fachadas en una calle del distrito de Lince, Lima. La tercera etapa consistirá en el levantamiento de la medialuna, la cual se construirá de manera simultánea a la fase de paisajismo. Esta medialuna, no sólo implicará el rescate de las tradiciones rurales, sino que también será un espacio de difusión cultural.
La localización interactuaba con las demás cualidades como un posibilitador, pues si la calle era asociada a un entorno favorable, permitía una mayor exploración. También posibilitaba identificar qué rodeaba a una calle o cómo se integraba a un sistema más complejo. Las relaciones eran graduales, de la fachada a la calle, de la calle al barrio y del barrio a la ciudad. Las limitaciones conceptuales y teóricas de cómo medir una empatía entre personas y cosas sugirieron enfocar el estudio en la etapa disposicional y no en la situacional. Si bien se entiende que todas las personas poseen cierta disposición para hacerlo, esta está influenciada por el nivel de su habilidad y de las cualidades formales del objetivo a empatizar (Gerdes et al., 2010). Caminar por las calles de Lima implica ser testigo del cambio formal de las diversas fachadas de una calle.